lunes, 19 de abril de 2010

Edbe

* Fue tanto el deseo, que me rendí ante él. Siempre lo supe, siempre jugué con él, siempre tanteamos terreno, siempre estuvimos ahí.
 - Y qué me dices cuando tú me dijiste que ya no sería así
* Pues yo te creí, aunque siempre lo dudé en el fondo.
-Lo sé, por eso estoy aquí, para remediar el daño, deseo, deseo que seas feliz, aunque no puedas creerme.
*Acertaste, jamás te creeré, fue demasiado el daño. Ya no sigamos hablando, me haces daño, ya no quiero continuar con esto, ya no siento ese deseo…por favor-rogó-
- Trato de comprender, pero no puedo. Fue tanto lo que me cegué, pensé que siempre te tendría, y un día ya no estabas al cien para mí.
*Te necesitaba, pero hiciste lo que mejor sabes hacer...
- Me fui, te dejé. Jamás me lo he perdonado.
* Y yo jamás te perdonaré.
- Ciertamente has jugado demasiado con el destino, aún me asombro.
* ¿Por qué?
- Mírate-apunté-estás esplendida, reluciente, perfecta, pero no mía.
 * Lo dices cómo...
- Como si realmente lo sintiese, lo sé. Es extraño aun para mí. Deseaba despedirme de ti, antes que... Bueno tú lo sabes.
 * Antes que muera, siempre tan... siempre tan obstinado Ed. Tú deberías mirarte, sigues igual a cuando te conocí.
- No es cierto, me falta mucho para ello.
* Adiós, realmente no deseo nada de ti. Sólo quiero esperar esto, el destino ya me ha dado la advertencia. No prefiero no caer en la tentación, quiero dejarme ir…
- Esa no nunca fuiste tú, pero te entiendo. Yo dije que me iría al infierno, pero mírame estoy aquí, sano.
*Cuídate-dije posando mis labios en los de él, sabía que sería lo último que podría hacer…
-Trata de no olvidar, el destino suele jugar con ello. Nuestras memorias, adiós y se feliz-dijo mientras veía desvanecerse a la única mujer que realmente había amado

~Mary
Nada, nunca será como antes. Cada cosa, cada sensación, empezó ahí.