martes, 27 de septiembre de 2011

Volver a empezar

Amor, el motor que nos mueve a algunos.

Cuando te enamoras, el corazón tiene su propia carrera, paralela a la tuya. Uno compite por no salir por tu boca, y otro por llegar al ser que amas.

Es demasiado complejo cuando es la primera vez, cometes demasiados errores, luego cuando acaba terminas por darte cuenta que la hormonas adolescentes te jugaron una mala pasada.

Demasiados impulsos, demasiados.

El resto no serán más que reflejos del primero.


¡Hay! Que errores... y qué se puede hacer, nada. Resignarte a vivir con el dolor en el pecho.

Cuando pasan tantos años, todo cambia, nada se mantiene estático, tus sentimientos incluso también cambian.

Hoy por hoy hay mucha movilidad. No toda la podemos ver, pero que le haremos.






martes, 13 de septiembre de 2011

¡NO!

— ¡No te metas aquí!— gritó eufórica—Aléjate de nosotros—siguió luchando— ¡No te pertenecemos! ¡Somos libres! Almas puras que han pasado milenios de dolor. Ellos pueden. No importa cuántas veces pongas tus manos aquí. Saldremos adelante—le dijo con una energía inigualable.
—Ciertamente que sí lo harán, pero cada vez que se levanten, volveré. Y no siempre te la podrás
—Podré, siempre podré. Porque yo creo. Yo soy capaz. Yo a diferencia de ti, tengo un apoyo único. Me tengo a mí, mi fuerza, mi amor por lo demás. Mi amor, siempre será fuerte, siempre podré hacerte frente.
—Tú podrás, mas no otros correrán con la misma suerte—dijo cínicamente
—Mientras yo esté en pie, mientras yo pueda, mientras tenga energías suficientes y aún si no tengo la energía suficiente te plantaré cara y te golpearé de la mejor forma que sé hacerlo. Porque yo puedo hacerte un daño que tú no sabes cómo romper—
Con el rabo entre las piernas se alejó aquel ser maligno. Sabía en su interior que nunca podría contra ella, pero nunca perdía las esperanzas de verla flaquear y así obtener lo que siempre quiso. Verla caer.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Se engañaba a sí misma


Caminando por el parque sus ojos se cruzaron, él iba saliendo de la estación de metro, se iban a juntar, como muchas otras veces, como tantas veces… Pero esa vez algo cambio en ambos, cada uno por su cuenta se percató.

El pulso de ambos se aceleró, los sonrojos llegaron como nunca antes, pero aquello, para ella no era bueno. Enferma del corazón como estaba, que su corazón galopara de aquella forma no ayudaba. Las dosis subieron, al igual que las conversaciones y visitas. Cada vez se necesitaban más cerca el uno del otro. Cada vez eran más, más y más cercanos.

No se podía permitir aquello.

No era justo para ninguno…

Ella decidió por ambos, parecía como si no le importase nada, pero no era así. Pensó en todo, para él salir adelante iba a ser muy fácil. Para ella, sería lo mejor, su enfermedad no seguiría avanzando…

¿Por qué toman las decisiones equivocadas? Podría haberle contado… Pero entonces él se habría estancado junto a ella, una vida de limitaciones, eso se repetía cada vez que tenía impulsos por decirle la verdad.

Sus razones tenía ella, esas mismas destruyeron el corazón de él. No podría volver a amar nunca más, se lo decía a diario… Lo habían roto de todas las formas posibles, había entregado su corazón, su alma y su vida. Y lo único que había conseguido era entregárselos a la persona equivocada. Ella estaba infeliz, pero sabía que él cuidaría perfectamente de su corazón, él a pesar de todo el enojo y rabia, lo haría. Lo de ellos era verdadero. Atesorarían cada momento, cada palabra, cada pensamiento…

domingo, 11 de septiembre de 2011

Aún late, es lo importante.

Con cada recuerdo, lo hace más rápido.

Con cada mirada, es abrumador.

Con cada caricia, sobre pasa los límites establecidos.

Con un abrazo, es un milagro de Dios que haya salido volando mi corazón.


El amor nos hace fuertes, pero también débiles. Debemos elegir bien, a quién otorgamos esa debilidad.


Por mi parte, ya no se como parar el galope de esta alma...

~Mary
Nada, nunca será como antes. Cada cosa, cada sensación, empezó ahí.