miércoles, 16 de febrero de 2011

Estación


Hace unos años atrás vi a una joven llorando en el metro, me conmovió enormemente, estrujó mi corazón al punto que en menos de medio segundo estuve junto a ella sosteniendo su mano y dándole todo mi apoyo.
Hipó un buen rato, me contó sus penas y coincidí con ella un montón de veces. Cuando la volví a mirar fue cuando me percaté que no estaba consolando a nadie, que no me encontraba en el metro, sino que estaba frente a un gran ventanal que reflejaba mi figura ovillada en el patio de mi casa.



~Corazón

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Nada, nunca será como antes. Cada cosa, cada sensación, empezó ahí.