Son como frases para el bronce...
Escribiré sobre el día de hoy, empezado hace unas cuatro horas, no hay nada emocionante.
Unas tantas palabras sueltas...
Pola, Pola y más Pola. Realmente soy una pésima "dueña". Tengo una gata que quiero muchísimo, en ella siempre encuentro consuelo. Tengo una conexión mágica diría yo. Y al estar estudiando en Viña, la he ido perdiendo, poco a poco... No me siento orgullosa de ello, pero realmente necesitaba alejarme, aunque no se si fue para bien o para mucho peor.
Médicos, médicos...
Argh.. No quiero hablar de ello.
Siempre he encontrado muy interesante las diversas percepciones que tenemos sobre el tiempo. Para algunos minutos pueden significar segundos, segundos ser horas... Para mí, los días en Santiago son minutos.
Es triste vivir lejos del núcleo, pero más triste aún estudiar algo que no nos satisface, estudiar algo que nos hace miserables...
No puedo imaginarme haciéndolo.
A pesar de tener los mil y un problemas, cada vez que finaliza el día y estoy en una cama lista para dormir, pienso que he vivido lo suficiente, y así como voy seguramente un día seré muy feliz, pero también muy floja... Hay de todo.
Ahora me voy a dormir, porque mi gata está mirándome fijamente. Señal que hay que ir al tuto.
Perdonadme las faltas gramaticales. No tengo animo de pensar coherentemente, mucho menos hiladamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario