Estábamos caminando, ya no tomados de las manos. Ya había pasado ese tiempo, yo lo había vuelto a hacer.
-hablemos-dijo mientras nos sentábamos en la banca más cercana.
No podía hilar mis pensamientos, lo único que salieron fueron lágrimas. Estaba brutalmente arrepentida.
Por primera vez en mi vida estaba dispuesta a rogar, lo hice, escuchó atentamente cada palabra, estuvo en desacuerdo muchas veces, pero coincidió conmigo en que aún me amaba, aún quedaba amor por esa estúpida, no podía hacer nada, salvo recibirlo una vez más, sería la última oportunidad.
Lo mejor de todo, es que de nada sirvió el llanto, de nada sirvieron las promesas, de nada sirvió rogar, porque ella lo volvió a dejar.
Y él volvió a creer todas sus palabras. ´
~Corazón
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